El perdón y la
culpa en Tango y la vida
He bailado Tango últimamente
con iniciadas en Tango ( bienvenidas) Mi nivel es intermedio ,después de un
largo y voluntarioso camino. La novicia a cada paso en falso, o dificultoso o
que no pudo seguir me pedian persón (recibí varias solicitudes) Como
en el Tango está fuera de la norma hablar ( se considera chamullo o chamuyo; -ver mi pequeño glosario de lunfardo- ) y ante mi
reiteración de que no pidan perdón doy aquí mi
explicación
Se disculpa al inocente y se perdona
al culpable.
Disculpar es un
acto de justicia, porque la persona que ha ofendido merece que se le reconozca
que no es culpable, tiene derecho a la disculpa, mientras que el perdón trasciende
la estricta justicia, porque el culpable, no merece el perdón; si se le perdona
es por un acto de amor, de misericordia.
Perdonar No cabe
duda que resulta más fácil disculpar que perdonar. Cuando me doy cuenta que
alguien no tiene la culpa, no encuentro en mí ninguna resistencia para
disculparlo, porque lo natural es reconocer su inculpabilidad. En cambio
cuando, cuando descubro que el ofensor es culpable de su acción, de ordinario,
surge naturalmente una acción, inspirada por el sentido de justicia, que exige
que esa persona cargue con las consecuencias de su acción, que pague el daño
cometido. El perdón implica ir en
contra de esa primera reacción espontánea, hay que superarlo con la
misericordia. Lo que, en cambio, no tiene sentido, porque se trataría de un esfuerzo
estéril, es perdonar lo que merece una simple disculpa.
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